La Verdad, viernes 6 de febrero de 1998


Los Marañones, las manzanas del pop


Concierto: Los Marañones. Formación: Miguel Bañón (voz, guitarra), Román García (bajo, voces), Joaquín Talismán (guitarra, voces) y Pedrín Sánchez (batería). Lugar: Sala El Sol, Madrid. Duración: 90 minutos. Calificación: Notable.


JAM ALBARRACÍN MADRID

El mercado discográfico español suele ser comodón y perezoso. De un lado está esa mayoría que encuentra su norte en la televisión y las radiofórmulas comerciales: productos sencillos, generalmente de corta vida y fácilmente reemplazables. De otro lado están las minorías esnobistas que, amparadas en la crítica especializada y su teoría de la Santísima Actualidad (Diego Manrique dixit), desechan a cualquier artista que no se mueva en los parámetros sonoros de ultimísima hora.

Y por último y quizás el aspecto más lamentable de todos -lo de las discográficas lo dejamos para otro día- está en la ausencia de una evolución coherente por parte de unos grupos que desgraciadamente suelen escuchar demasiado el sonido de sus propias tripas y poco lo que se cuece en el exterior.

El caso de Los Marañones es bien distinto. Como demuestran en su última entrega discográfica Matando el tiempo y como pudo observarse el pasado viernes en su actuación madrileña, la suya es una evolución apropiada, consecuente y razonablemente lógica, nada de remezclas tecnológicas ni sampleados electrónicos tan al uso (en muchos casos puro sonrojo), la suya es una atracción cada vez mayor hacia el poder melódico del pop, eso sí, sin perder ni una sola de sus señas de identidad: potencia, calidez, desarrollos de ambientación psicodélica, solvencia y personalidad instrumental y una energía que por momentos se torna cuasi punk, sin olvidar el carisma de un Miguel Bañón de voz poderosa, rasgueo fácil y una innata capacidad de transmisión que hace de Los Marañones una de las mejores bandas en directo del rock español.

Repaso a su discografía

El concierto fue desarrollándose por riguroso orden cronológico. Empezaron con temas de sus primeros trabajos (Experiencia negra, Quiero bailar agarrao, La revolución...) para centrarse, ya en la segunda mitad, en su último trabajo del que destacaría Las manzanas del mal, la imparable electricidad de No podrás hacerme callar, o las sonoridades psicodélicas de Queremos despertar. Pero lo mejor aún estaba por llegar en forma de cuatro inéditos (atención al encanto pop de Espío a mi vecina y a las turbulencias sónicas de Flotando en una nube) que hacen que, al menos desde el punto de vista artístico, el futuro de Los Marañones parezca bien encaminado. Claro que hay un tipo llamado Negocio a quién eso del arte le suena pero no sabe bien a qué.


Los Marañones