El Correo Digital, 2 de mayo de 2005
ÓSCAR CUBILLO
Chano, el hacha de Los Muelles, lanzó la pregunta al aire: «¿Cómo un grupazo así no tiene éxito?». Y respondió Carlos, el guitarrista de los Boogie Punkers. «Pues porque hay demasiada oferta». Los dos rockeros bilbaínos se referían a los murcianos Los Marañones, que el sábado actuaron con entrada libre en el Crazy Horse, en formato de power trío con tramificaciones lisérgicas.
A pesar de su nombre e historia, acudió menos público del que va a los guateques que organizan los Northern Rockers, pero, aun así, los sureños no flojearon con su palo echado p'alante, entonado con vigor y rockeado con Telecaster por Miguel Bañón, también cantante y guitarrista de Los Lunáticos, proyecto más comercial coliderado con Santiago Campillo, ex M-Clan.
El combo lunar ha influido en el séptimo disco de Los Marañones, 'El mundo al revés' (Santo Grial), que en ocasiones peca de naíf en títulos como 'Japón', al que ni siquiera el reforzamiento sónico del vivo sacó jugo (a no ser que su lírica atesore una trascendencia que se nos escapa). Sin embargo, otros temas novedosos picaron alto y con convencimiento, por ejemplo 'Atrapado' o 'Soy minero'; según Miguel, «el punto intermedio entre Neil Young y Antonio Molina», con punteos finales hendrixianos.
Neil Young protagonizó dos de las tres versiones, aunque les quedó mejor el 'Cinnamon Girl' de despedida que el 'Powderfinger'. Y sólo les salió resultón el 'All Day And All Of The Night' de The Kinks. Y es que Los Marañones, en hora y tres cuartos de bolo que no se hizo largo, colocaron el pabellón alto con sus originales, lisérgicos tipo Enemigos ('Saluda al tren'), guitarreros vía Doobie Brothers ('Esquizofrenia'), en plan soul eléctrico escuela Los Canarios ('Voy loco mama') o el primero del bis ('El baile'), que recordó al 'Start' de los Jam y empujó a toda la peña a danzar.