Sinfín, La Opinión de Murcia, viernes, 19 de noviembre de 2004
ÁNGEL H. SOPENA
En este álbum mantienen su identidad y reivindican libertad creativa. Muestran sabiduría y aplomo y buscan otras perspectivas experimentando con todo tipo de ritmos. No faltan cuidados tratamientos de voz ni guiños a la psicodelia. Miguel y Román desentrañan para Sinfín su nuevo disco. Aunque no anunciárais ninguna despedida, este disco parece el retorno de Los Marañones.
(R): Sí, es extraño eso de volver sin haberse ido, ¿no? En realidad, después de que se fuera Joaquín estuvimos cerca de un año 'en barbecho', y a partir de ahí nos hemos vuelto a poner en marcha, pero despacito... (M): Han sido varios los factores que han provocado el retraso de la salida de este disco, entre otros nuestra tranquilidad. No sé porqué nos íbamos a despedir, no estamos tan 'idos'.
'Shangri-Lá' estaba localizado en el Himalaya. En este miráis el mundo al revés. ¿Cómo se ve el mundo al revés?
(R) Raro. Pero no perdamos la esperanza, igual algún día se endereza. (M) Es a la vez desconcertante y divertido. Además nunca llegas a saber bien qué es lo que está al revés si tú o el mundo. (R) Lo que está al revés es el mundo, no nosotros. (M) 'El mundo al revés' abarca un montón de cosas, pero fundamentalmente habla de nuestra forma marginal de ver la música y todo su entorno.
'El mundo al revés', la canción que abre el disco, ¿guarda alguna relación con 'La Metamorfosis' de Kafka?
(M) Es una historia parecida, aunque casi al revés. (R) Alguien se despierta y ve que todo es distinto.
¿Es lo que les ha pasado a Los Marañones?
(M) Al principio hacíamos un tipo de música basándonos en las canciones de Ricardo Perpén. Luego nos quedamos los tres solos y eso condicionó que hiciésemos otra música. Luego entraron Talismán y Campoy, y nos dieron posibilidades de lograr otros matices. Ahora nos hemos vuelto a quedar los tres, pero no nos resignamos a que la música quede encasillada en la formación de trío. (R) Nos planteamos grabarlo como nos sonaba en la cabeza, con total libertad, sin pensar cómo demonios nos lo íbamos a montar para que eso sonara en un escenario. (M) Adaptar las canciones en directo les ha dado otro aire, y nos han dado ganas incluso de volver a grabarlas como las tocamos ahora en directo.
Os acercáis a los veinte años de carrera. ¿Qué os hace a resistir tanto tiempo?
(R) Quizá no fijarnos en eso. Llevamos toda la vida juntándonos para hacer canciones, grabarlas y tocarlas porque nos gusta hacerlo, así que no hay misterio. (M) No sufrimos precisamente, y esta es la principal razón de que Los Marañones sigan dale que te pego...
¿Qué os empuja a crear, qué quereis comunicar exactamente?
(R) Queremos ser los Beatles. En fin, no creo que haya un mensaje que comunicar ni nada de eso. Disfrutamos oyendo música y esperamos que otros disfruten escuchando la música que hacemos nosotros, nada más, y nada menos. (M) Es una necesidad espontánea de expresión. No nos planteamos nunca un mensaje concreto, pero al final, si lo analizas, hay varios. Eso siempre y cuando lo analices, claro.
¿Ofrece alguna coherencia el disco pese a tanto cambio estilistico?
(R) Claro. Si comparas los ejemplos más extremos puede ser sorprendente, pero hay suficientes elementos de transición como para crear unidad. Por favor, que alguien me explique qué he querido decir con esto, porque yo no lo sé muy bien... (M) Está clarísimo. Precisamente los contenidos, la forma de concebir las melodias y las letras le dan la unidad y originalidad a un disco pensado en transición de la primera a la última canción como un viaje cada vez más alucinógeno.
¿En qué se basa esa unidad temática de la que habláis?
(R) Durante el proceso de creación del disco, siempre hay momentos en que comenzamos a intuir cuál es esa unidad temática, sin terminar de definirla, y entonces dejamos fuera canciones o ideas que pensamos que no cuadran. Así, a veces termina por quedar más claro lo que no es que lo que es. (M) Musicalmente está claro que hay una apuesta por armonías que se alejen de los tópicos, en cuanto a las letras tienen una clara actitud de descarga ante una serie de problemas existenciales, de comunicación, de soledad, el absurdo, la locura...
Ricardo Perpén sigue ahí en la sombra. Una curiosa relación
(R) Para nosotros es de lo más normal. Ya te digo que desde siempre hemos estado haciendo canciones en casa, y en eso seguimos. Y no te creas, que a veces sale a tomar el sol. (M) No conseguimos ser un grupo al uso. Ricardo es la pieza angular de Los Marañones, es tan marañón o más que los demás, solo que no toca. Me costaría muchísimo concebir este conjunto sin las canciones de Perpén, no sería lo mismo.
Es alentadora la cantidad de gente que os ha reivindicado durante estos cinco últimos años de silencio. ¿Os sorprende esa actitud de cariño hacia la banda?
(R) Sobre todo nos agrada. Nosotros creemos en lo que hacemos, y creo que eso se nota. (M) Si, suele pasar que a quien le gusta el grupo se implica un poco más y eso nos da mucha vida.
¿Algún mensaje para vuestros fans?
(R) ¡Gracias! (M) 'Lo diré una vez y otra vez lo diré...'.
Miguel y Román disecciona 'El mundo al revés'
1. El mundo al revés: (R) Muy guitarrera, con Joaquín Talismán de invitado especial. Cuenta una metamorfosis radical. (M) Titulo de la versión en inglés: "Stopping The World". Es algo así como "que se pare el mundo que yo me bajo aquí" ¿Dificultades de integración o flipada?
2. Japón: (R) Con Santiago Campillo de invitado a la guitarra acústica, habla de un Japón tan imaginado como la Shangri-La del otro disco. (M) Román dice al final todo lo que se nos ocurrió en japonés (quitando las famosas marcas de motos, cámaras, etc. que era lo más recurrido). Se la podemos dedicar a un señor japones que tiene una Web de Los Marañones en el país nipón, aunque no hay quién la entienda.
3. Atrapado: (R) Con ésta es con la que empezamos los conciertos últimamente. (M) Título de la versión en inglés: 'Long Survivor'. Es un tipo de Rock'n'Roll muy marañón. La letra habla de las consecuencias de alguna equivocación etílica de esas que se tienen a veces en mea culpa.
4. Estás sola: (R) Aquí aparece por primera vez la sección de vientos, y la canción trata sobre la soledad. Te puedes sentir solo en medio de una multitud. (M) Es una de las que más cambian en directo. Extraida, como otras de este disco, de una grabación que hicieron Román y Ricardo llamada "Estrafarago", esta se llamaba 'Strange Soldier'.
5. Hace calor: (R) La letra es ininteligible. Probablemente esté escrita en Murcia en agosto. Aunque toca en bastantes otras canciones del disco, aquí habría que destacar el órgano de Carlos Campoy. (M) Anda entre la frontera del 'Revolver' de los Beatles y los Byrds, que tanto hemos transitado. O por lo menos eso me parece a mí.
6. Esquizofrenia: (R) Una canción de locos con ritmo disco. Apta para ciclistas. (M) Si, hice una versión que se llamaba 'Indurain', pero finalmente nos decidimos por esta. Según Joaquín en este disco hay influencias de The Cars. Pos vale.
7. Lo diré: (R) Señoras y señores, Pepe García (al fin hemos puesto bien su nombre) al trombón. (M) Nos gusta este tipo de travesuras en general.
8. El sonido del silencio: (R) Al contrario que en el caso de 'Estás sola', se puede uno sentir acompañado incluso cuando no hay nadie. (M) Donde la bossa se funde con el pop, el soul, y el jazz (hay dos referencias concretas a clásicos del jazz en el solo adaptadas a la armonía de la canción, Angel, tú que sabes de eso...)
9. Bla bla: (R) Con esta nos lo pasamos muy bien montándola en el estudio. (M) ¡Lo que hay que oir! Jugueteamos con los aparatos para crear ambientes (cosas como que un golpe de caja lleva eco y el siguiente reverberación). Dub Music.
10. Soy minero: (R) Quizá la más 'burra' del disco, con un sonido muy simple y muy directo. (M) Formato estricto de trío. Fuí tan honesto al hacer la letra como Neil Young con los Stones en 'Borrowed Tune' (melodía prestada). Nada que ver con Antonio Molina.
11. No me llames: (R) Aquí participa Ricardo Perpén haciendo voces, sin ningún esfuerzo. (M) Titulo original: 'Silly Woman'. La canción pasa del calipso a la psicodelia de Syd Barret. Creo que habla de la fragil frontera entre amor y odio, aunque también puede ser una cuestión práctica.
12. Dónde estará: (R) Muy misteriosa, y también muy divertida de montar en el estudio. (M) Aquí tienes las quimeras "vuelvo a buscar, subir, caer... no hay remedio". Psicodelia desmitificada, la letra podría ser la 2ª parte de 'El buen vallle' (Shangri-lá). Para mí, muy sutil pero esquisito el organo de Campoy. Para los patrones de ritmo me fijé en Rinocerose, lo admito.
13. Hollywood: (R) Teníamos que terminar de alguna manera. (M) Nada que ver con Penélope Cruz. La instrumentación son solo dos bajos (tocados por Román y por mí) y los tambores de Pedrín.